BUSES

ROSARINOS

  SISTEMA PREPAGO DE PASAJES EN EL TRANSPORTE URBANO DE PASAJEROS DE ROSARIO
SISTEMA UNICO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

INICIO

 

Magnebus

Multipase

Bonobus

 
Equipamiento WAYFARER adoptado para la implementación del sistema.

A la izquierda la lecto-impresora y a su lado el terminal instalado en el puesto de conducción, con capacidad para imprimir tickets

LA TARJETA MUNICIPAL

El 12 de mayo de 1997 comienza a regir el sistema por tarjeta magnética como único medio de pago en el transporte urbano.

La distribución y venta de tarjetas magnéticas se otorga al Correo Argentino y a un mayorista proveedor de Kioscos. Por tanto los usuarios debían comprar su tarjeta en dichos puntos de venta. Los trastornos por conseguir una tarjeta en horarios no comerciales y fin de semana fueron enormes, teniendo en cuenta que los comerciantes tienen un margen de ganancia bajísimo.

Folleto Publicitario con el listado de puestos de venta de Correo Argentino

Las tarjetas inicialmente se imprimían de un lado con la leyenda Banco Municipal de Rosario y del reverso sobre la banda magnética se dejaba un espacio para completar y participar de sorteos mensuales cuyos premios variaban de acuerdo al monto de la tarjeta utilizada. Así por ej. si era de $6 (12 viajes) el premio era un Peugeot 205, las de $3 (6 viajes) bicicletas y las de $1 (2 viajes) órdenes de compra en comercios.

- En marzo de 1998 la Municipalidad de Rosario emite el decreto por el cual establece uniformidad en el equipamiento usado -todo Wayfarer- impidiendo las IBM usadas por Multipase. De esta forma el saldo quedaba impreso en la tarjeta.

- El boleto pasa a costar $0.60 manteniendose hasta hoy (6/2000). Por tanto quienes poseían tarjetas de $3 o $6 se veían restringidos en uno y dos viajes respectivamente. Los que tenían tarjeta de $1 obtenían un saldo de 40 centavos que podían completar luego con otra tarjeta. Aquí se puso en evidencia otro error de implementación porque en definitiva el usuario no compraba una cierta cantidad de viajes sino un monto en pesos a debitar, algo ilógico para el usuario pero una avivada para el sistema.

- La empresa Punto Sol del grupo Macri-Itron instala cabinas estratégicamente ubicadas en el centro de la ciudad y la periferia para la venta de tarjetas magnéticas y telefónicas. Debido al escaso márgen dejado por la venta de las mismas el negocio caduca. Por otra parte se suma otro hecho que causó molestias al consumidor, el robo de tarjetas al por mayor. Desde el Banco Municipal se anulaban las series sustraídas y si un pasajero que adquieriendo de buena fé una de ellas abordaba un ómnibus recibía el alerta de "tarjeta inválida".

La Municipalidad encara la compra de expendedoras autómáticas de tarjetas y las instala en galerías comerciales y oficinas públicas, hospitales, etc. Cuando Punto Sol cesa su actividad, se instalan en su reemplazo cabinas del Banco Municipal con expendedoras. Su vida útil fué breve, los constantes actos de vandalismo y el uso del recinto como baño público en horario nocturno derivó en su desafectación. Posteriormente se rehabilitaron las mismas para que personas discapacitadas hicieran el trabajo de expendio manual.

TARJETAS FALLADAS

En caso que el pasajero tuviera problemas con su tarjeta, el chofer tras verificar el saldo impreso debía cortarle un ángulo de la misma y le emitía un ticket por medio del terminal. El usuario debía luego dirigirse a uno de los centros de canje y reclamos de tarjetas de la Municipalidad, donde verificaban la falla y restituian los viajes restantes.

Esto era problemático puesto que existía un centro por zona, y muchos usuarios debían gastar dos viajes para canjear una tarjeta. Es más si el saldo era de un viaje, no valía la pena reclamarlo.

La Municipalidad estudió el tema y en 1999 se le incorporó al equipamiento la posibilidad de perforar y leer las mismas con el siguiente objetivo. Si una tarjeta presentara falla, el chofer verifica el saldo impreso, la coloca en su terminal y de acuerdo al monto se le hace una perforación en una zona específica y se emite un ticket al pasajero. De esta forma, la tarjeta puede seguir siendo utilizada sin necesitar canjearla ni hacer reclamo alguno.

Esta nueva modalidad hizo que cerraran los centros de reclamos y como desventaja la tarjeta ya no puede insertarse en ambos sentidos sino en una única dirección.

El nuevo diseño de las tarjetas incorpora en la cara anterior una flecha que indica el sentido en que debe ser colocada en la lectora.

El reverso posee una banda impresa de color negro donde se realizan las perforaciones en caso de fallas.